jueves, 30 de julio de 2015

Cumplisaños

En una ceremonia que no merece mi festejo, te regalo el silencio de mi voz, el todo de mi ausencia, el hueco de mi abrazo, lo seco de mis lágrimas, el viento de mi aroma, lo reprimido de mis sentimientos y lo desteñido de mi alma. Supongo que igual las velas hay que encender y con vos soplo todos nuestros días, todas nuestra noches, todas las risas compartidas y todos los sueños que nunca compartimos también. Te deseo los mejores augurios para el futuro que nunca vimos, te deseo la felicidad diaria de cada infeliz día y te deseo lo mejor de lo malo para no terminar peor. Celebro con vos este día que me da una pena infinita, te convido un bocado de mi amarga extrañeza y te saludo de improviso con mis palabras lastimadas que envuelvo en angustia escondida antes de hacerte doler.

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