martes, 16 de septiembre de 2014

9 de Noviembre de 2008

Extraño tu ausencia cercana, como prueba de que alguna vez estuviste acá. Ahora veo y aunque nunca estabas, tengo la certeza de que no estás. Antes eran mentiras que de a ratos olían a verdad. Tu filosofía de recovecos, ideas y salidas, desparramadas en mis narices al azar. Algunas veces nos cruzamos, pero prefería no estar. Algunas veces te busqué, pero el destino era no acertar. Me acuerdo de la primera, ajustada, casi sobria. Acartonada y disfrazada, era de mirar. No supe todo ahí, pero sentí que no me ibas a agarrar. Muchos vientos enrroscados me hacían caer para atrás. Me levantaba y sabía como avanzar. A veces quería amedrentar. Probaba, sacaba, chillaba y otra vez volver a intentar. Otras veces quería simplemente gustar. Al final, como todo, hasta lágrimas te empiezan a brotar. Entendí firmemente que en esto, con vos no iba a contar. Hoy lo pienso, sin querer alborotar, ¿porqué se hace tan difícil cuando uno tiene ánimos de amar?  

No hay comentarios:

Publicar un comentario